La industria de la bicicleta en crisis: ¡caída de las ventas y oportunidades para los clientes!
Las ventas de la industria de bicicletas en Alemania caerán en 2024; La industria pide estrategias sostenibles y más carriles bici.

La industria de la bicicleta en crisis: ¡caída de las ventas y oportunidades para los clientes!
La evolución actual de la industria de las bicicletas muestra un panorama mixto: mientras que el mercado de bicicletas en Alemania registró unas ventas de 27.200 millones de euros en 2024, esto corresponde a una disminución de alrededor del siete por ciento en comparación con 2023. Las condiciones, caracterizadas especialmente por la caída de la demanda y los elevados inventarios, plantean interrogantes a medida que la situación se estabiliza lentamente. Los comerciantes informan de elevados inventarios que sólo se están vaciando gradualmente. En particular, el precio de las bicicletas eléctricas cayó de media hasta los 2.650 euros en 2024, unos 300 euros menos que el año anterior. Este desarrollo sigue a un auge de ventas durante la pandemia de Corona, durante la cual la industria casi se duplicó. ZVW informó.
¿Qué significa esto para los empleados de la industria? El número de empleados directos cayó de 77.500 a 76.700, una prueba más de la difícil situación del sector. La asociación “Future Bicycle” presiona para que se invierta más en carriles bici y se financien las bicicletas eléctricas. Esta exigencia es especialmente fuerte antes de la feria Eurobike, que se celebrará del 25 al 29 de junio. La asociación también critica el potencial desaprovechado de la industria de la bicicleta, que se manifiesta especialmente en el sector turístico.
Aspectos de sostenibilidad en la industria.
El debate sobre la sostenibilidad juega un papel central en la industria de la bicicleta, pero aún queda mucho por hacer aquí. Un estudio de Deloitte, que examinó 50 empresas de la región DACH, muestra que más del 70% de las empresas encuestadas valoran la importancia de la sostenibilidad al menos con 7 sobre 10 puntos. Sin embargo, sólo el 39% de las empresas tiene una estrategia de sostenibilidad claramente definida. Kim Lachmann, de Deloitte, destaca que la industria no sólo debe promover la movilidad sostenible, sino también implementarla en sus procesos comerciales.
Los desafíos son grandes, especialmente debido a las nuevas regulaciones como la Ley alemana de diligencia debida en la cadena de suministro. Maximilian Tucher, de Deloitte, predice que aumentará la presión para implementar medidas de sostenibilidad. Al mismo tiempo, ya hay novedades positivas: el 90% de las empresas están implementando medidas de protección del clima y el 87% están promoviendo la economía circular. Sin embargo, muchas empresas están en conflicto: el 79% de los encuestados prioriza la rentabilidad sobre las consideraciones de sostenibilidad, aunque el 84% cree que los consumidores prefieren cada vez más productos respetuosos con el medio ambiente, como bicicleta eléctrica pedelec informó.
Desafíos en la producción
Pero, ¿hasta qué punto son realmente respetuosas con el medio ambiente las bicicletas? La producción no es automáticamente sostenible, incluso si las bicicletas se consideran un medio de transporte respetuoso con el medio ambiente. Erik Bronsvoort, coautor del libro "De ganancias marginales a una revolución circular", critica el sistema económico lineal de la industria de la bicicleta, que se basa en la adquisición de materiales baratos y una producción rápida. Esto genera residuos innecesarios y contaminación ambiental. Se recomienda reparar y mantener las bicicletas existentes en lugar de seguir comprando nuevos modelos de alta gama.
La venta de bicicletas usadas también se destaca como una alternativa sustentable. Los marcos de acero se consideran particularmente sostenibles porque son fáciles de reciclar y reparar. Además, algunas empresas como Hope y Continental apuestan por métodos de producción respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, está claro que la industria de la bicicleta aún está lejos de una verdadera economía circular en la que los materiales realmente se reutilicen.
El desafío sigue siendo encontrar un equilibrio entre la rentabilidad económica y la responsabilidad ecológica. A través de su consumo, los propios ciclistas pueden ayudar a promover la demanda de productos duraderos y producidos de forma sostenible. Es hora de que la industria aproveche al máximo las oportunidades que ofrece.